El ángel de la guarda es también conocido como el ángel custodio, ángel guardián o ángel protector; y se cuenta con registros de su existencia desde tiempos antiguos.
En la Biblia, así como en diversas culturas ancestrales, se habla del ángel guardián cuya misión es la de cuidar y velar en todo momento por la persona a la que fue asignado como su protector.
El ángel de la guarda es un ser dotado de gran inteligencia, pureza y sirve como conexión entre Dios y la persona a la que cuida.
Nuestro ángel guardián nos acompaña en todo momento durante nuestra vida y después de nuestra muerte. Este ángel es un ser amoroso que vive para cuidarnos y guiarnos, durante nuestro recorrido por el camino llamado “vida”. El ángel de la guarda permanece junto a nuestra alma siempre.
Misión del Angel de la Guarda
La principal misión o trabajo del ángel protector es la de cuidarnos siempre, pero también desempeña otras tareas implícitas en su función de ángel guardián.
Nuestro ángel actúa como la voz de nuestra conciencia, tratando de guiarnos y ayudarnos en momentos que se nos presentan como retos o crisis. Él trata de hacernos ver lo que podemos aprender de estos retos, y de consolarnos en momentos llenos de dificultad o tristeza. También se encarga de concedernos deseos cuando le solicitamos algo directamente, siempre y cuando no perjudiquemos a alguien o interfiramos con la libre elección de los demás.
Nuestros ángeles de la guarda también poseen nombre como nosotros. Por lo general tienen más de un nombre.
Una de las misiones más relevantes que posee nuestro ángel de la guarda, es la de inducir a las personas a la oración. La oración es el medio por el cual nos podemos conectar con nuestra fortaleza interna, es la herramienta que nos permite eliminar la oscuridad y recibir la prosperidad y la luz.
Esa fuerza que impide que te metas en problemas, que hables cuando no debes, que ejecutes alguna acción perjudicial o que te acerques a una persona con malas intenciones, esa fuerza es tu ángel de la guarda.
Por otro lado, los ángeles guardianes no pueden actuar contra la voluntad del ser humano. Una vez que la persona muere, el ángel protector solo puede acompañarlo, no puede otorgarle la salvación.
¿Cómo solicitar la ayuda y protección de tu ángel de la guarda?
La mejor forma de entablar comunicación con tu ángel guardián, es por medio de la oración. Es a través de la oración como se puede solicitar su ayuda y protección cuando lo necesites.
A continuación te indicaremos algunas oraciones que puedes realizar, para solicitar asistencia a tu ángel de la guarda.
Oracion para obtener la salud, el amor y la prosperidad
Dios te salve, ángel de Dios, mi ángel protector, mi ángel de la guarda,
espíritu de luz purísimo y bienaventurado,
en quien además resplandecen otras singulares dotes
con que te ha enriquecido y adornado la magnificencia del Todopoderoso.
Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día.
Santo Ángel que siempre velas por mi,
ampárame con tu presencia cuando me extravíe,
abre mis caminos al amor verdadero,
a la prosperidad y la salud.
Dame Ángel mío tu consuelo cuando veas que sufro,
tu ayuda si desfallezco,
dame tu defensa ante el enemigo,
tu protección frente al mal;
no dejes que la desesperación y la adversidad
me hagan padecer por más tiempo,
lleva te suplico mis suplicas al Cielo
y obtén para mi lo que tanto anhelo:
(realizar la petición).
Ángel santo de la guarda,
se que siempre estás a mi lado
y escuchas mis oraciones,
que sabes mis penas, sufrimientos y dolores,
por ello te doy las gracias,
gracias por tu fiel custodia,
gracias por tu amistad y lealtad,
gracias por llevar mis suplicas
ante su divina Majestad.
Santo Ángel, ruega por mi,
y cuando mi alma salga de esta triste vida,
que los Ángeles del Cielo sean mi compañía.
Santísima cruz en que mi Dios murió.
a la hora de mi muerte te convido yo.
Échame, Señor, tu Santísima Bendición,
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo,
Amén.
Al finalizar la oración para tu ángel de la guarda, debes rezar un Credo, un Padrenuestro y un Gloria. Debes realizar la oración y los rezos con mucha fe y esperanza, durante tres días continuos.
Oración para solicitar ayuda en momentos difíciles y de necesidad
Glorioso Ángel de la Guarda, mi bello ser celestial,
espíritu puro y bienaventurado
que con tu luz divina y tu constante presencia
iluminas los senderos que he de atravesar,
te suplico apartes de mí toda tentación y peligro,
y en los pasos angostos, retorcidos y tortuosos,
mantén firme mi esperanza, mantén siempre mi fe,
rodéame con tus alas para que no sufra en las adversidades,
trae salud, amor y prosperidad a mi vida y a mi hogar.
Quédate junto a mí en la noche para que no tema a la oscuridad,
no me pierdas de vista durante el día
para que mi vida sea más fácil, más segura, más triunfal,
pues con tu protección mi confianza se agranda
y siento en mi corazón la Presencia de Dios.
Sé que con tu amparo angelical nada malo me puede pasar,
nada turba mi sueño, nada altera mi paz
y mis horas están llenas de armonía y bienestar,
por ello hoy quiero solicitar una vez más tu ayuda,
tú que ves mis aflicciones y te compadeces de ellas,
aleja de mí el dolor, la pena, la angustia,
rodea mi persona y dame la tranquilidad que ansío,
Aleja de mi el peligro, el mal y la desgracia,
los males pasados, presentes y futuros,
y por el amor que en toda ocasión me das,
consigue que en los cielos se escuche mi voz.
Mi amado Ángel Custodio, por el poder que Dios te ha conferido
te ruego me auxilies en estos momentos tan difíciles,
ruega por mis graves problemas ante el altísimo
y ayúdame a conseguir eso que tanto necesito:
(realizar la petición)
Mi bello Ángel que tanto velas por mí,
gracias por tu perseverancia en asistirme,
gracias por cuidarme y protegerme
y por alejar todo lo malo y traer esperanza a mi vida,
tú que tan cerca estás del Padre
cuéntale con presteza mis agobios e intranquilidades,
y haz que con su bondad y misericordia
me conceda lo que con toda humildad pido.
Tú que me sostienes, amparas y defiendes,
tú que me envuelves y das confianza a mi vida
te pido que orientes mis pasos siempre hacia el bien
y seas un protector y vigilante pastor detrás de mí.
Santo y bendito Ángel de mi guarda, nunca me retires tu apoyo,
no me dejes sin tu compañía ni un solo instante,
oriéntame para que mis actos siempre sean los correctos
y en mi alma no deje de alabar a nuestro Padre de bondad
y a mi compasiva Madre, la Santísima Virgen María.
Así sea.
Para complementar la oración, reza tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias. La oración y los rezos debes realizarlo durante tres días seguidos. El último día enciende una vela blanca, y déjala encendida hasta que se consuma por completo
Ritual para solicitar la compañía y protección del Ángel de la guarda
Este sencillo ritual puedes realizarlo para algún ser querido o para ti mismo.
Necesitarás:
- Una vela ángel de tu color preferido.
- Un trozo de cinta roja y delgada. El largo de la cinta puede ser de unos 15cm.
- Estampilla del ángel de la guarda que contenga su oración.
- Un llamador de ángeles.
- Un plato blanco.
Procedimiento:
- En primer lugar, debes colocar el llamador de ángeles en algún lugar ventilado de tu casa.
- Lee tres veces la oración del ángel de la guarda. Una vez finalices, coloca la estampilla del ángel debajo del plato.
- Coloca la vela sobre el plato, enciéndela y procede a decir la siguiente oración (o alguna oración de tu preferencia) de forma sincera y con gran devoción.
“Ángel de la Guarda te ruego para que acompañes a……………………, cuídalo(a) te lo ruego de todo mal, de cualquier enemigo visible o invisible. Amén”
- Al finalizar la oración, cuelga la cinta en el último ángel del llamador de ángeles.
- Al siguiente día limpia el plato eliminando los desechos de la vela. Retira la cinta del llamador de ángeles y amárrala en la muñeca de la persona que deseas proteger, realizando tres nudos en la cinta.
Se recomienda realizar este ritual poco antes de dormir.
El ángel de la guarda es un ser lleno de luz y sabiduría dispuesto a guiarnos y ayudarnos en todo momento. Basta con que de forma respetuosa, humilde y sincera le solicitemos su ayuda, para que él nos escuche y nos facilite su guía y protección.